¿Es conveniente comunicarse luego de una entrevista laboral?.

La pregunta que todos los postulantes se hacen.



Esta pregunta me la han hecho muchas veces y mi respuesta siempre ha sido la misma: “depende”. Cada oferta de empleo es un mundo, así como cada empresa, cada seleccionador y cada candidato.



En relación al tema, les propongo leer los comentarios que hace unos días recibí de un Director de RRHH de una importante empresa multinacional:

“… Como Responsable de RRHH de mi empresa, realmente me disgusta cuando me llaman los solicitantes para hacer algún seguimiento sobre la situación de su aplicación a la oferta. Y la respuesta que les doy es siempre la misma: El estatus es que aún no tengo una respuesta, cuando la tenga ya le informaremos. Asimismo, me disgusta aún más cuando me llaman, y además de querer saber el estado de la solicitud, me insisten en querer fijar una entrevista.

Supongo, que algunos candidatos lo hacen porque piensan que voy a encontrar su actitud como “asertiva” o “entusiasta”. Sin embargo, mi percepción es que si un aspirante a candidato comienza a insistir de esta forma, sin siquiera tener el puesto, no puedo ni imaginar cómo será cuando ésta persona se convierta oficialmente en un candidato/a, así que aprovecho que me mostró desde ya su verdadera actitud, para empezar el proceso de descarte de candidatos.

En pocas palabras, nosotros, los directivos de Recursos Humanos estamos muy ocupados y no podemos perder el tiempo atendiendo llamadas telefónicas sin importancia o que no llevan a ningún lado, como las hechas por los candidatos para comprobar si se ha recibido un CV o no, o para ver si le podemos llamar a una entrevista.

Creo que para eso está el correo electrónico, que aunque también lo encuentro molesto, al menos no es tan intrusivo. Si nos llega a parecer que alguien es un buen candidato, pues ya lo/la llamaremos, pero hasta entonces es mejor que no me molesten haciéndose los interesados, pues en mi opinión es contraproducente…”.

Ahora les pregunto, y me gustaría que respondieran desde cualquier punto de vista, ya sea como candidatos, como profesionales de los RRHH o como meros espectadores: ¿Qué opinión podrían sacar sobre este discurso?¿Le parece correcto, incorrecto, anormal o común?

(*) Oscar H. Canorio es Contador Público, Licenciado en Administración, con un MBA en la UADE Business School.