Estrategias que optimizan tu currículo.

Tan importante como tener un buen currículo es ponerlo en las manos adecuadas y conseguir ese objetivo, desde la popularización de Internet, es cada vez es más fácil. Ha llovido mucho desde los tiempos en los que la herramienta básica del buscador de empleo era un fosforescente con el que subrayar los clasificados: el periódico sigue siendo útil a la hora de encontrar trabajo (sobre todo público), pero ya hace años que una búsqueda realmente exhaustivo no puede dejar de lado esa gran bolsa de empleo que es la red. 


Repasemos los métodos que ofrece:



Bolsas de trabajo on line. Seguramente la mayor revolución que ha vivido el sector de los recursos humanos desde la implantación de los ordenadores. Las bolsas on line  tienen enormes ventajas (acceso a múltiples ofertas, rapidez, simplicidad, abaratamiento de costes) y algunos inconvenientes (las ofertas más jugosas pueden morir de éxito), pero de lo que no hay ninguna duda es de que las bolsas on line  han simplificado el proceso tanto para empresas como para demandantes. Para mejorar tus opciones, trata de inscribirte de los primeros en la oferta (para eso están las alertas por email) y procura apuntarte sólo a aquellas que encajen con tu perfil y te interesen. Harás feliz a quien tenga que hacer la criba.


Envío por email. Simple, rápido y barato. Se emplea sobre todo en los casos en los que el demandante quiere presentar su candidatura a una empresa que en ese momento no tiene (o no hace públicas) vacantes. Entre otras ventajas, es menos humillante que presentarse en la puerta a mendigar un trabajo y se ahorra bastante en papel y sellos. Para conseguir una máxima eficacia lo mejor es evitar las direcciones generalistas (a menos que estén específicamente indicadas, tipo rrhh@nombredelaempresa.es) y averiguar el correo de la persona o persona encargada de las contrataciones para dirigirse directamente a ella. Evidentemente, con un currículo adaptado a la empresa en cuestión y en un email dirigido sólo a esa persona, no a ella y a otras diez.


Publicar el currículo en Internet, ya sea comprando un dominio y poniéndole tu nombre o a través de las propias páginas de las bolsas de empleo, muchas de las cuales ofrecen esta posibilidad. Si te decides por la opción de crear tu propia página, recuerda que es aconsejable no publicar direcciones completas, números de teléfono que no sean de uso profesional e emails privados. Los cazadores de datos siempre están al acecho.


Videocurrículos. De momento es un fenómeno más bien anglosajón, pero en determinadas profesiones (actores, presentadores de televisión) es de lo más práctico. El método no sólo vale para trabajos creativos: si optas a un puesto para el que es muy importante el encanto personal o la capacidad de convicción (un comercial, por ejemplo) un videocurrículo es una opción creativa con la que puedes sorprender a tu potencial empleador.


Redes sociales. El arte de construir relaciones personales que impliquen un posible beneficio profesional ha encontrado su hábitat natural en webs como LinkedIn. Es algo tan viejo como hacer contactos, pero en versión 2.0 y sin tarjetas de visita de por medio. En un mundo en el que la gran mayoría de las vacantes nunca se hacen públicas, el networking sigue siendo la forma más efectiva de conseguir empleo y nada mejor que hacerlo a través de Internet. Eso sí, para sacarle el máximo provecho a este sistema es importante seleccionar muy bien a nuestros contactos y evitar a aquellas personas que no conocemos y que se limitan a coleccionar nombres para ascender en el ránking.


FUENTE: Builder Career

No hay comentarios:

Publicar un comentario