¿Pueden despedirte por decir palabrotas en el trabajo?.

Si dices palabrotas en el trabajo, ten cuidado. Aunque es normal decir groserías alguna que otra vez e incluso puede ayudar a formar un vínculo con tus compañeros de trabajo, hay límites con respecto a cuándo y cómo hacerlo. "Nuestros compañeros de trabajo juzgan constantemente cómo hacemos nuestro trabajo y cómo interactuamos con ellos", dice la experta en protocolo Cynthia Lett.


Las empresas cuyos empleados estén constantemente frente a clientes son especialmente poco tolerantes con el lenguaje grosero: si los que descubren diciendo palabrotas pueden tener problemas. ¿No estás seguro de cuál es tu postura? El lenguaje grosero puede afectar tu carrera profesional de varias maneras:



Revela una actitud poco profesional


En algunos campos, el lenguaje grosero es aceptado e incluso puede ayudarte a encajar en el entorno, quizás en trabajos de mucha presión en los cuales todos necesitan descargarse. Sin embargo, utilizar siempre palabras malsonantes puede dificultarte encajar en un entorno profesional, dice Jennifer Kahnweiler, autora de "El líder introvertido: cómo avanzar a partir de tu fortaleza sosegada" ("The Introverted Leader: Building on Your Quiet Strength"). "Las percepciones son importantes para edificar tu carrera. No es conveniente que te vean como una persona malhablada", advierte. Debes tener especial cuidado con tus expresiones cuando estés con varios compañeros de trabajo a la vez, como por ejemplo en reuniones o proyectos en equipo.


Evita la comunicación verdadera


Decir malas palabras una y otra vez puede impedir que comuniques realmente lo que quieres decir. En lugar de usar un lenguaje soez, espera hasta encontrar la manera de que tus compañeros de trabajo comprendan lo que realmente piensas. Aunque estés enojado o molesto, tómate tiempo para desarrollar una estrategia de comunicación profesional. "Decir groserías es una manera agresiva y hostil de expresarse", dice Lett.


Además, puede crear distancias entre tú y los demás integrantes de tu departamento porque los hace sentir incómodos. "Cuando una persona se siente incómoda cerca de otra, la evita siempre que le sea posible", explica.


Afecta negativamente tu imagen


De manera similar a lo que ocurre si tienes un aspecto desaliñado o acostumbras llegar tarde, el lenguaje soez puede afectar la manera en que te perciben los demás en el lugar de trabajo. Aunque tu desempeño en el trabajo sea magnífico, decir palabrotas puede reducir las posibilidades de que te asciendan o te den mayores responsabilidades laborales. "Debes ser consciente de cómo te presentas ante tus compañeros de trabajo, tus superiores y los clientes", dice Suzanne Lucas, escritora y experta en recursos humanos. "Maldecir cuando se te caen libros en los dedos del pie o si la copiadora deja de funcionar mientras la estás usando es una cosa; sazonar tu conversación diaria con improperios es otra".


Repercusiones desde recursos humanos


El hecho de que nadie en tu departamento comente tu uso de palabrotas no significa que pase inadvertido. En algunos casos, puede ser informado a recursos humanos con una advertencia oficial.


A veces puede llegar a ser causa de despido. "A alguien que trabaje en contacto con clientes (por ejemplo, en ventas o atención telefónica a clientes) lo despedirían por usar un lenguaje soez, porque no es apropiado para un cliente", explica Lucas.


Por supuesto que no a todos los despiden. Si al evaluar tu comportamiento, llegas a la conclusión de que dices palabrotas de vez en cuando, no es para alarmarse. "Todos nos enojamos y nos frustramos, y decir una palabrota puede ser la mejor manera disponible de descargarse", comenta Kahnweiler. "Sólo ten en cuenta que este tipo de lenguaje no debe convertirse en tu modus operandi, porque puede verse como una falta de autocontrol".


FUENTE: Builder Career

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