Las nuevas listas de precios se conocerán en los próximos días con subas de hasta el 15%.
Si algo le faltaba a la industria automotriz, golpeada en los últimos días de 2013 por el impuesto a los 0 km y las nuevas restricciones a la importación, era la estampida del dólar.
Ayer, en las terminales, concesionarias y autopartistas la incertidumbre era total, lo que provocó que las fábricas decidieran suspender la facturación de unidades a su red hasta definir los nuevos precios de los 0 km. Hoy directivos de las empresas se reunirán en al sede de ADEFA (la asociación que agrupa a los fabricantes) para decidir la estrategia a seguir y oficializar la paralización de las ventas.
Algunos empresarios consultados estimaron que las futuras listas llegarán con aumentos del 10% al 15%, teniendo en cuenta la devaluación registrada durante enero. Se espera que el lunes próximo puedan estar definidos los nuevos precios, siempre y cuando hoy no continúe la escalada del dólar.
Esto se debe a que al producirse fluctuaciones tan grandes no es posible tener claro cuál es el precio de reposición de un vehículo por lo que la comercialización se hace imposible.
Durante toda la tarde de ayer, directivos de algunas compañías intentaron sin éxito contactarse con funcionarios del Gobierno para poder tener un panorama más claro de cómo va a seguir la política cambiaria.
"Así no podemos operar", señaló a este diario un ejecutivo de una terminal en relación con la devaluación de esta semana.
A comienzos de enero, las terminales enviaron a su red las listas de precios vigentes para el mes con un aumento promedio del 5%. Ahora, esas listas quedaron sin efecto y los precios que regirán serán los que se conozcan en los próximos días.
Un empresario recordó que hacía más de una década que no sucedía que durante un mismo mes recibieran dos listas de precios.
El problema es que las variaciones del dólar impactan de manera directa en el valor de los autos que se producen en el país ya que más del 60% de las piezas con las que se producen se compran en el exterior. A esto se suma que la mitad de los vehículos que se venden en el mercado local son importados, por lo que la modificación del tipo de cambio obliga a ajustar los precios.
La suspensión de la facturación significa que las fábricas dejan de venderles a las concesionarias. Éstas, si tienen stock, podrán seguir vendiendo al público, aunque en la práctica también paralizaron las ventas. El problema se presenta con las operaciones que fueron señadas en los últimos días porque se pactaron a un precio y cuando finalmente se entregue la unidad estará vigente otro. En ese caso, las concesionarias deberán renegociar con el comprador o hacerse cargo de la diferencia entre el precio anterior y el nuevo.
El impacto de la devaluación se produjo en un momento en el que la demanda de 0 km se mantenía sostenida. Antes de la fuerte suba del dólar se proyectaba que cerraría enero con más de 110.000 unidades, un volumen superior al de igual mes del año pasado. Sin embargo, por las complicaciones de los últimos días se pone en duda que ese nivel pueda ser alcanzado teniendo en cuenta que la suba de precios que tendrán los 0 km provocará una caída de la demanda.
FUENTE: AMBITO.COM