Ni el promedio académico ni una extensa experiencia laboral son definitorios a la hora de conseguir un empleo. ¿En qué ponen el foco los reclutadores?.
Por más que una persona haya realizado hasta la fecha incontables entrevistas laborales, esto no significa que sea un experto en haber entendido qué es lo que buscan los empleadores o cómo aparecer como el mejor candidato para el puesto.
Una persona puede demostrar grandes competencias académicas o laborales, pero fallar a la vez en un aspecto clave que está en foco de los reclutadores: las habilidades emocionales.
La carrera elegida, el promedio académico, la experiencia previa, no siempre son aspectos decisivos en una contratación. Pero cada vez importa más cómo se transmiten los conocimientos, la manera de generar empatía y cómo se proyecta interés por una posición.
Los reclutadores no encuentran fácilmente candidatos con capacidad de dar una respuesta concreta ante preguntas específicas.
También indican dificultad para ubicar personas ágiles para argumentar, identificar y hablar de sus pasiones con fluidez y mostrar proactividad desde el primer contacto que se tiene con ellos, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre habilidades en el trabajo.
"Aunque la falta de experiencia laboral sigue siendo la primera razón para no cubrir una vacante, especialmente tratándose de jóvenes, 11% de los empresarios en México dicen no encontrar en la persona habilidades sociales óptimas para el puesto y su cultura empresarial", dijo al portal Mundo Ejecutivo, Ivonne Vargas, especialista en recursos humanos de Bumeran.
Cómo superar exitosamente una entrevista laboral
La preparación es clave a la hora de participar de un proceso de selección. El primer paso es dejar de pensar que esa experiencia se vincula a carrera y número de trabajos.
Puedes haber dos o más personas de la misma carrera sentadas frente al reclutador, y que solo una de ellas demuestre las habilidades buscadas.
Para enfrentar a esta situación, y brindar un argumento personal sobre "¿qué te hace diferente?", el mencionado portal de búsquedas de empleo brinda algunos ejemplos de las conductas asociadas a las habilidades emocionales:
Si quieres demostrar "trabajo en equipo", da ejemplos sobre:
- Alguna situación en que negociaste con otros y resolviste un conflicto
- Escuchar a los demás y qué aprendiste de eso
- Saber anteponer objetivos del equipo frente a los personales
- Reflejar interés por adaptarte a diferentes formas de trabajo
Otra habilidad social es la "imagen personal". ¿Cómo transmitir este intangible en una entrevista? A través de las siguientes características:
- Facilidad de palabra: las entrevistas de trabajo difícilmente se reducen a responder 'sí' o 'no', pero tampoco se trata de hacer un monólogo personal. Es conveniente dejar que el empleador hable y, en ese ejercicio, identificar qué situaciones generan interés.
- Puntualidad: Llegar 10 o 15 minutos antes de la cita. Pero excederse en este aspecto y arribar entre 40 minutos y una hora antes, tampoco beneficia.
- Saber tratar a un cliente.
- Vestimenta y arreglo personal congruente con la empresa.
- Carisma: crear empatía con quien escucha es vital. Conocer sobre el puesto, la industria, el empleado, facilita desarrollar una conversación de interés.
En algunos casos será fundamental demostrar durante la entrevista espíritu emprendedor. Para ello es conveniente comentar en qué oportunidades se mejoró algún aspecto de un trabajo anterior o incluso algo ocurrido en la escuela. También ocasiones en las que se generaron nuevas ideas, o la adaptación de prácticas de un escenario determinado a otro.
Las destrezas técnicas se aprenden en el trabajo, y eso lo sabe el empleador. Pero, las habilidades emocionales, además de ser desarrolladas desde la escuela, requieren de un trabajo individual de reconocer donde hay fortalezas, debilidades y áreas de oportunidad.
Fuente: Iprofesional.com
