Los errores más frecuentes del director o al líder empresario habitualmente se deben al desconocimiento o confusión acerca de los fundamentos de su tarea.
Los errores más frecuentes del jefe, director o al líder empresario habitualmente se deben al desconocimiento o confusión acerca de los fundamentos de su tarea.
Al realizar su trabajo, el director asume una serie de principios que norman su actuación, y la incidencia de éstos en el rumbo y comportamiento de la organización es mayúscula.
A continuación el portal Forbes cita algunos de estos fundamentos que considera indispensables para que el director cumpla su responsabilidad a la altura que demanda su investidura.
"Si tuviésemos que reducir a su mínima expresión el trabajo de todos los días del director, la respuesta sería: enfrentar el futuro. Lo que distingue a un buen director es su capacidad para emitir un juicio acertado sobre lo que hay que hacer aquí y ahora", escribe José Antonio Dávila Castilla en el artículo de Forbes.
A continuación, los 10 consejos para quien quiera ser buen jefe:
1) Competir por ser único, no por ser el mejor. Una responsabilidad inherente a la tarea del director es definir el propósito y los objetivos de la empresa, que se verán reflejados en su estrategia de negocios. Lo natural es que la estrategia pretenda hacer algo que nadie más hace y de un modo que nadie puede copiar
2) Hay que crecer lo que se debe, no lo que se puede ni lo que se quiere. El "amor a la grandeza" es uno de los grandes males que comúnmente padece el director. Detrás de la falacia de que "empresa que no crece, desaparece", usualmente encontramos una ambición personal, un desmedido protagonismo y sobretodo una enorme miopía. El director trabaja para lograr que la empresa crezca en todas sus dimensiones y cumplir plenamente lo que su organización está llamada a ser y alcanzar.
Fuente: Iprofesional.com
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