Salarios: dime cuándo negocias y te diré cuál será tu piso de aumento.

Dos meses pueden ser una eternidad. Más si se trata de acuerdos salariales en pleno contexto inflacionario. De febrero a hoy el nivel de reclamos ha ido escalando y lo acordado antes parecería que ya quedó viejo. La foto actual y el temor de las empresas al fenómeno de la "sábana corta".
POR JUAN MANUEL BARCA

Transcurrió el primer trimestre y, con el correr de los días, el termómetro de las negociaciones salariales fue levantando temperatura.

Luego de una primera tanda de subas cercanas al 25%, y sin mayores conflictos, en estas últimas semanas los principales líderes sindicales comenzaron a intensificar sus reclamos y a redoblar sus apuestas.

Es que ahora no sólo negocian un porcentaje de aumento general -más compensaciones particulares por cada rubro- sino, además, buscan establecer un nuevo piso en los mínimos, cercano a los 4.000 pesos.

Las protestas llevadas a cabo por cada uno de los distintos gremios son de las más diversas. Y los acuerdos que buscan cerrar hoy nada tienen que ver con aquellos "viejos" convenios firmados hace un par de meses.

En efecto, transcurrieron apenas 60 días y el "veintipico" ya quedó viejo.

Lo foto de hoy muestra que se impone "el treinta y pico" y, encima, con estrictas condiciones fijadas por los sindicatos.

"Lo que observo, en base a un sondeo nuestro que daremos a conocer, es que el promedio (de salarios negociados) ahora está más alto, más cerca del 30% que del 25%", afirmó a iProfesional.com Ernesto Kritz, director de SEL Consultores.

Para el especialista, este corrimiento se debe a dos factores: las expectativas inflacionarias y las pujas de poder dentro de los sindicatos.

En el interín, se entrecruzó un hecho político clave, que no pasó desapercibido ni para empresarios ni para analistas.

Y es que, tal como diera cuenta iProfesional.com, la mayoría de los gremios decidieron hacer "rancho aparte" en relación al "techo" salarial del 24% anunciado por el líder de la CGT (si bien, en la práctica, esta cifra se eleva a casi 30%, habida cuenta de los adicionales característicos del rubro transporte, como ser el de pago por kilometraje recorrido y un plus por trabajo "riesgoso", que suele incluirse en varias ramas de operación).

"Independientemente de Moyano, lo que se ve es que hay un montón de gremios pidiendo otro tipo de acuerdos. En muchos casos, la exigencia de $4.000 mensuales de mínimo da mucho más que un 24%", sostuvo a este medio un dirigente del sindicato metalmecánico (SMATA), que acaba de cerrar un convenio con las terminales.

Tal situación es la que se le presenta a sectores con básicos por debajo de los $3.000, tales como el de comercio, metalúrgicos, gastronómicos, estaciones de servicio, alimentación y construcción, entre otros.

En todos estos casos, no tienen forma de llegar a esos $4.000 sin romper la pauta que se intentó establecer desde el Ejecutivo.

Dime cuándo negocias y te diré cuánto acuerdas
La sensación entre los líderes gremiales es que el intento de Moyano fue el de hacer de "tapón" ante un piso de ajuste salarial que, mes a mes, se viene corriendo sin que nadie lo pueda evitar.

En este punto, muchos recuerdan lo sucedido en 2010 con el famoso "Efecto 35".

Es decir, cuando los sectores "rebeldes" de la alimentación, al cerrar por esa cifra, patearon el tablero y torcieron el rumbo de las negociaciones salariales: quienes no habían acordado, se "montaron" a ese número, y algunos que ya lo habían hecho (por menos) comenzaron a exigir la reapertura de paritarias.

A este recuerdo -aún latente- se suma un nuevo condimento este año. Los líderes gremiales entienden que por ser un período electoral, el Gobierno buscará que las paritarias se resuelvan con el menor grado de conflictividad posible.

Esto, traducido en lenguaje sindical, significa una mayor capacidad de presión.

En la práctica, ya se viene evidenciando, si se observa la gran cantidad de conciliaciones obligatorias impulsadas por el ministerio de Trabajo, que no han logrado moderar las pretensiones iniciales de los gremios. En efecto, terminaron acordando cifras muy similares a las que exigían desde un principio.

Al respecto, en estas últimas semanas los incrementos logrados por algunos sectores, tras hacer alarde de su capacidad de presión, resultan más que elocuentes:

Estaciones de servicio: elevaron el salario básico de $2.700 a $3.600. Además, ajustaron los adicionales para llevar el ingreso mínimo de bolsillo a $4.200, lo que representa, ni más ni menos, que un 55% de alza.

Médicos bonaerenses: acordaron en "disconformidad" que el sueldo de bolsillo de un médico asistente (36 horas semanales) suba a $4.500, desde $3.600. El incremento, considerando el alza en el básico y plus compensatorios, asciende al 30 por ciento.

Pesqueros: lograron una suba del 30%, que se abonará en tres cuotas. El pacto incluye una "cláusula gatillo", que obliga a las partes a renegociar si la inflación supera un determinado umbral.

Frigoríficos: acordaron una suba salarial del 30% en tres tramos. De este modo, fuentes sindicales indicaron que el básico pasará a unos $4.000, desde los 2.800 pesos.

Petroleros: el salario mínimo del sector quedará en una cifra cercana a los $6.350 -desde los $5.000 iniciales-, a lo que hay que agregar los adicionales y una suma fija mensual de 2.000 pesos.

La lista sigue. Y conforme el piso de salarial se ha ido elevando, del mismo modo, la preocupación de los empresarios ha ido en aumento.

Para Héctor Méndez, ex titular de la UIA, el problema es que "no hay una autoridad con fortaleza en el Ministerio de Trabajo que coloque en orden esas cosas. Hoy es el vale todo".

Más allá de los reclamos por aumentos de sueldos -que en muchos casos significan hasta 10 puntos por encima de la inflación real- los empresarios sienten que desde el Congreso les tiran con munición gruesa: reparto de utilidades, cogestión sindical, proyectos para eliminar sumas no remunerativas, aumento en las indemnizaciones por despido, se suman a otras tantas cuestiones.

Los "pesos pesados" en puerta
En este contexto, las próximas semanas serán clave para el devenir de las negociaciones salariales.

Es que varios "pesos pesados" se sentarán a discutir los próximos ajustes, de cara a los meses venideros.

1. SMATA
Según pudo saber iProfesonal.com, fuentes del sindicato metalmecánico concretaron un acuerdo hasta diciembre con las terminales automotrices, que contempla un incremento cercano al 28%, en base a mejoras trimestrales del 7 por ciento.

La negociación está supeditada a la evolución del índice de precios al consumidor elaborado por la ex directora del INDEC, Graciela Bevacqua.

El acuerdo se suma así a la tendencia sindical a desconocer la inflación oficial y a acortar los plazos.

Sin embargo, lo más llamativo es que a los pocos días de haberse firmado, ya suscitó un fuerte rechazo en Córdoba, una de las principales seccionales del sindicato y donde se producen uno de cada cuatro autos nacionales.

En Renault, los obreros salieron a cuestionar a los delegados por lo pactado y el miércoles pasado, en señal de protesta, realizaron un quite de colaboración. Lo mismo sucedió en Volkswagen y en otras fábricas de la zona.

2. Metalúrgicos
Los temblores también sacuden a la poderosa UOM, que lidera Antonio Caló y que representa a unos 240.000 afiliados.

El sindicato viene de bloquear dos plantas siderúrgicas del grupo Techint. Y ahora anunció un paro a nivel nacional, en reclamo de un aumento salarial del 35 por ciento, si bien empresarios del sector afirman que el pedido se eleva a un 40 por ciento.

Además, exigen que el básico sea llevado a unos 4.000 pesos.

En este caso, el problema no lo tienen las grandes firmas sino las pequeñas y medianas que, según advierten, quedarían al borde del precipicio y con un pie afuera del negocio.

3. Alimentación
Otro de los gremios que prepara munición gruesa es el de la alimentación, comandado por Rodolfo Daer.

Esta semana se sentarán nuevamente en la mesa de discusión con la idea de incrementar el mínimo de convenio a $4.000 - desde los $3.000 actuales - y lograr un aumento generalizado del 40 por ciento.

En caso de no ser aceptada tal petición, prevén una movilización para el 3 de mayo, es decir, a los pocos días del acto que prepara Hugo Moyano en Plaza de Mayo.

"Nuestra pretensión es la de un salario inicial de $4.000 pesos, pero todo indica que este año viene más complicado que el anterior", confirmó Daer a iProfesional.com.

4. Construcción
El sector de la construcción es otro de los que busca un retoque no menor al 30%. "Las negociaciones se encuentran encaminadas y se aproximan a ser cerradas esta semana", dijo a este medio el vocero de la UOCRA, Ricardo Camaño.

La idea del sindicato es quedar por arriba del 27% que cerró el año pasado.

5. Comercio
Los empleados de comercio buscan un alza del 33% que les permita llevar el sueldo mínimo a los $4.000, desde los $3.000 actuales.

"Estamos negociando salarios y pidiendo los adicionales para las cajeras y otros sectores", indicaron a iProfesional.com desde la cúpula del gremio.

En algunos comercios se comenta que los empresarios mercantiles están dispuestos a otorgar un "buen aumento", superior al acordado por los camioneros, lo que podría incidir en la disputa de Cavalieri con Moyano, en la lucha por la futura conducción del gremio.

6. Bancarios
En tanto, la Asociación Bancaria (AB) advirtió que realizará asambleas y movilizaciones esta semana si continúan sin prosperar las negociaciones.

El secretario nacional de Prensa de la organización sindical, Eduardo Berrozpe, adelantó que "en las próximas horas deberá estar resuelto el aumento a otorgar a todos los trabajadores".

Según trascendió, los bancarios exigen que todas las entidades financieras del país apliquen un incremento general del 40%, en el caso de los salarios mínimos, y del 35% para el resto de las categorías.

Además, el gremio reclama un premio extra por productividad para todos los afiliados, que se calcularía según el índice de ganancias del sector, aplicable en todo el país.

7. Gastronómicos
Los gastronómicos no se quedan atrás en sus exigencias y podrían concretar su reclamo esta semana.

"Ya nos pusimos de acuerdo. Calculo que vamos a recibir una suba del 20% en abril, y otro 15%, dividido en tres cuotas, una por cada bimestre", informó a este medio, el secretario general de Capital Federal, Dante Camaño.

De este modo, también será otro de los gremios que buscará acoplarse al mínimo de $4.000 mensuales.

El temor a las "sábanas cortas"
En tanto, en el mundo empresario uno de los mayores temores es que estas cifras, cada vez más elevadas, rompan con sus previsiones presupuestarias iniciales.

"El cierre esperado de las negociaciones salariales es más alto que el presupuesto confeccionado por las empresas", señala Kritz.

En efecto, un relevamiento que dará a conocer el experto reveló que la mayoría de las empresas tenía previsto otorgar incrementos de entre un 24% y un 25% en el arranque del año.

A juzgar por el devenir de los acontecimientos, todo indica que en 2011 la mayor presión sindical -sumada al contexto electoral- hará, al igual que lo sucedido en 2010, que los departamentos de recursos humanos, financieros y administrativos experimenten la sensación de haberse quedado nuevamente con las "sábanas cortas".

FUENTE: iProfesional

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