Un asunto con impacto en el despido.

Si hay pruebas, el bonus no cuenta en la indemnización.

La ausencia de un sistema formalizado de evaluación de desempeño puede traer dolores de cabeza a las empresas en el momento del despido de un empleado. En 2008 una empleada despedida de una compañía de seguros inició una demanda porque sostenía que en la base salarial para calcular la indemnización no se había incluido un bono que recibía periódicamente. La empresa sostenía que se trataba de un premio, no de parte del sueldo.

En diciembre de 2009, la Sala VII de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo falló en su favor porque determinó que la empresa empleadora no pudo acreditar un sistema de evaluación del desempeño del trabajador. "La cuestión es cómo se daba un premio si no había sistema de medición", explica Ferrazzuolo.

Alejandro Ortiz, gerente del área laboral y previsional del estudio Biscardi & Asociados, comenta que cada vez más se reciben consultas de empresas sobre la implementación de su sistema de bonus y el impacto que tendría ante un despido. El disparador fue el acuerdo plenario, conocido como Tulosai, al que llegaron varias salas de la Cámara Laboral de la ciudad de Buenos Aires y que determinó que no corresponde incluir en la base salarial la parte proporcional del sueldo anual complementario en la medida en que se calcule sobre la base de pautas sujetas a una evolución de desempeño, comunicadas al empleado y sin que haya fraude laboral.

Tras analizar si hay fraude laboral y la periodicidad con que se paga la bonificación, "el tercer punto es que ese bono esté asociado a un sistema de evaluación de desempeño", según Ortiz. Si no existe, el plenario Tulosai no se aplica y los bonos pasan a formar parte de la base de cálculo de la indemnización por despido. Las bonificaciones no mensuales crecen como beneficio de retención y para resguardar la competitividad salarial.

FUENTE: La Nación