Papá, mamá: ¿cómo es tu lugar de trabajo? .

Las vacaciones de invierno suelen ser aprovechadas por las empresas para generar un espacio de encuentro entre los empleados y sus familias. 
POR CARLOS TOPPAZZINI

Chicos caminando por la planta de producción, recorriendo atentos los pasillos de la oficina o sentados en los escritorios del área de compras, pueden ser algunas situaciones que viven las empresas durante las vacaciones de invierno. Pero esas simpáticas escenas persiguen propósitos muy claros.

"Detrás del objetivo principal de motivar a los padres con la visita de sus hijos al lugar de trabajo, se busca también que los chicos aprendan, valoren el empleo de forma divertida y conozcan qué hacen sus papás, dónde y con quién. Dicho de otro modo: son acciones para motivar al personal por el camino afectivo más importante, la identificación familia-empresa, ya que generan perdurabilidad del mensaje en una actividad de excelente relación costo-beneficio", asegura Fernando Cánepa, director de Enfasis Motivation Company.
Para la psicóloga Marisa Russomando, directora de Espacio La Cigüeña, "se trata de un recurso muy valorado por los trabajadores y cada vez más usado en las empresas para consolidar el compromiso con su fuerza laboral, estimular la vocación y recuperar el modelo donde el lugar de trabajo era un segundo hogar".

A la vez, resulta "aconsejable para la familia ya que favorece el vínculo afectivo entre ellos, genera conocimiento y comprensión de las rutinas de los adultos en el tiempo en que están fuera del ámbito familiar, estimula la concepción de valores como compromiso o vocación y favorece el sentimiento de pertenencia y el trabajo en equipo", completa la especialista.

Integrar, aprender y divertirse "El año pasado institucionalizamos un día para que los hijos visitaran las oficinas y, para facilitarlo, decidimos que fuera en las vacaciones de invierno. Los chicos mostraron gran interés y jugaron incluso a tomar el rol de sus papás para sentir las responsabilidades que ellos desarrollan", comenta Agustina Tiribelli, de ExxonMobil BSC Argentina. Y recuerda que "al día siguiente, uno de los empleados comentó que su hijo de 3 años le dijo: `Papá, ya estoy listo para ir a ese colegio divertido al que vas’".

Ileana Bergés, responsable de RR.HH. de Lenovo, cuenta que "durante estas acciones, los chicos recorren las instalaciones, juegan en equipos por edades y realizan distintas actividades. Para nosotros es un momento especial donde disfrutamos a través de los ojos de los niños". En tanto que Paola Agustini, HR Manager de Samsung Electronics, destaca que "el día `Nuestros Hijos nos Visitan’ recibimos 50 chicos y comprobamos cómo los empleados-padres comparten orgullosos su lugar de trabajo con la familia".

Y cuenta que "después de la recepción, tomamos una foto familiar y los chicos recorrieron las oficinas donde preparamos juegos en la PC de sus padres y otras sorpresas. Hicimos talleres rotativos y un cierre con la aplicación de nuestra tecnología para que participen todos".

En general, aporta Cánepa, "se recomiendan actividades como shows acordes a la edad de los chicos, juegos con productos o logos, talleres de seguridad, maquetas del lugar, juegos multimedia y búsquedas del tesoro. Una o dos instancias de refrigerio o catering, y algún regalo de despedida".

Asimismo, añade que "antes de plantearse una acción de este tipo, la empresa debe analizar aspectos generales como las encuestas de clima, solicitudes del personal, objetivos que planteará y la secuencia de actividades para ir escalando alcance, frecuencia, intensidad y logros. Y también otras cuestiones más específicas como cantidad de chicos, rangos etarios y la distribución domiciliaria de los posibles asistentes".

Una opción educativa 
En la misma sintonía, también existen casos con otras particularidades. "Optamos por recibir visitas de colegios porque entendemos que conocer una planta de producción, o cómo funciona la compañía, los ayuda o motiva para seguir estudiando", explica Daniel Lucarella, director de Recursos Humanos y RRII Cluster Cono Sur SC Johnson & Son.

"Cada visita incluye una breve capacitación sobre seguridad para que incorporen las medidas necesarias en una planta industrial.

Recibimos unos 100 chicos al año y ya pasaron más de 800 personas que, según la devolución de los docentes, comprendieron la importancia de seguir estudiando", finaliza Lucarella.

FUENTE: Clarin

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