Las funciones del trabajo.

Actualmente, la concepción del trabajo cambia constantemente debido a los avances tecnológicos y la globalización que afecta cada sector del planeta. El trabajo, como actividad, es esencial en la vida de todos, debido a que constituye un aspecto central en su campo psicológico y de su espacio vital. Así como los niños crean su mundo a través del juego y constituyen su subjetividad, los adultos desarrollan su vida en trabajo, que permite establecer relaciones sociales y agruparse, trabajar en equipo.


Si pensamos desde el psicoanálisis, Freud ha distinguido la capacidad de trabajar como un indicio de Salud, al igual que la capacidad de amar.

El trabajo presenta diferentes funciones, muchas de las cuales son psicosociales. Representa una fuente que puede dar sentido a la vida, ya que permite a las personas realizarse personalmente a través del mismo. A su vez, logra representar una fuente de auto-estima y realización personal. Por este motivo es que supone una experiencia vital significativa para los sujetos.

Por otro lado, proporciona estatus, es el trabajo el que determina este estado. Además, provee prestigio social, se recibe reconocimiento y respeto de los otros actores sociales. Como el progreso y la promoción en el trabajo son valorados, en consecuencia ubican al sujeto en un lugar de prestigio social y laboral.

En relación a la identidad personal, es el trabajo una de las áreas de mayor importancia para el desarrollo de la misma.

Es importante tener en cuenta que vivimos en un mundo regido por el capitalismo, por eso es necesario resaltar la fuente económica, que implica un doble significado para el ser humano: por un lado, permite mantener un mínimo de supervivencia; y por el otro, conseguir bienes de consumo. La persona realiza el trabajo a cambio de un dinero que le permite garantizar su independencia económica y control de su vida, así como la elección de actividades de tiempo libre.

Sea donde sea, el trabajo implica oportunidades para la interacción y los contactos sociales, nos permite ampliar los vínculos más allá del núcleo familiar.

En el día a día, se presentan oportunidades para desarrollar habilidades y destrezas que uno quizás desconoce. A nivel intelectual, personal, interpersonal, en el trabajo en equipo y en el contacto con diferentes personas, desplegamos capacidades para llevar a cabo funciones diversas.

En todo lugar donde su función de transmitir normas, creencias y experiencias sociales. El trabajo tiene un papel socializador muy importante.

Para finalizar, considero necesario que pensemos nuevamente en nuestro trabajo actual. Quizás no es lo que soñamos, o no sea la panacea esperada. Pero es importante comprender que todo lo que allí hagamos lleva nuestra marca, nos transforma como personas, nos permite aprender, conocernos. Y el trabajo, como se dice comúnmente, dignifica, nos permite desarrollar diferentes cualidades de nuestra personalidad que quizás no conocíamos. Es importante encontrar un trabajo que no sólo nos resulte económicamente lógico, sino además, un trabajo donde podamos sentirnos cómodos y rodeados de personas que comparten el día a día y nos gratifican en su compañía. Poder trabajar y aportar nuestro granito de arena, sentirnos vivos y sentirnos nosotros mismos.