Tras una larga negociación contrarreloj, se abre un nuevo escenario para el polo electrónico que opera en Tierra del Fuego y que abastece más del 90% de la oferta que se consume en el país. Ganadores y perdedores del plan que apunta a que se abarate la tecnología en la Argentina.
Las postales que dejó la cumbre en el Palacio de Hacienda, que este lunes por la tarde y durante más de dos horas reunió a empresarios, funcionarios nacionales y provinciales y sindicatos, resumen el listado de ganadores y perdedores que dejó la contienda por los impuestos que puso en vilo a Tierra del Fuego.
El Gobierno había lanzado una bomba cuando, días atrás, anticipó –a través del ministro Nicolás Dujovne- que pretendía bajar, de un solo movimiento, los impuestos internos a los celulares, televisores y equipos de aire acondicionado importados.
El plan inicial era pasar de una tasa del 17% al 0%, sin escalas.
En el polo electrónico fueguino esto fue leído como un "acta de defunción" para un régimen industrial que depende fuertemente del cuidado impositivo para poder hacer frente a la potencial amenaza asiática.
La gobernadora Rosana Bertone fue de las que puso el grito en el cielo cuando alertó que si se aprobaba el proyecto original sin cambios, iba a significar "la disolución territorial de nuestra provincia" y la destrucción de cerca de 10.000 puestos de trabajo.
Los directivos de las empresas nucleadas en AFARTE, que venían manteniendo contactos con funcionarios, confiaban en que iba a haber una modificación al borrador original.
La "marcha atrás" que terminó dando el Gobierno con respecto a la industria vitivinícola y la de la cerveza conformaba un telón de fondo tranquilizador para los directivos de las marcas que operan en el polo fueguino.
Fuente: Iprofesional.com
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