Cómo combatir aquellos agentes distractivos que nos hacen perder el foco.

Desde redes sociales, hasta compañeros de trabajo, familiares, pasando por la televisión y los celulares; los malversadores del tiempo son mucho y son una fuente de desconcentración de nuestras actividades diarias.

Como controlarlos y, así, mejorar la eficiencia personal. “El tiempo es dinero”, reza esa famosa frase que todos conocemos, pero que pocos podemos ponerla en práctica.

En los tiempos de las redes sociales y el uso y abuso de la tecnología móvil como centro de experiencia hacia el mundo, las distracciones fugaces no paran de aumentar y hacen que perdamos foco en lo que estamos haciendo.



Aquellas distracciones que nos vuelven improductivos son conocidos como malversadores del tiempo y, si son reconocidos de forma inmediata, se podrá disponer de tiempo de calidad para terminar aquel trabajo práctico, poner especial atención en aquella reunión de equipo tan importante o, simplemente, terminar una tarea en el tiempo que habíamos estipulado.

Para comenzar, es importante entender que cada uno de los días tiene sólo 1044 minutos y que, al día siguiente, aquellos minutos que no se utilizaron debidamente no se sumarán a los nuevos minutos que estarán dispuestos para un nuevo día.

Dicho esto, cada día es una nueva oportunidad para sacar el máximo provecho de aquellos minutos.

Tipos de Malversadores 
Existen dos tipos de malversadores del tiempo: internos o externos.

Los primeros tienen que ver con distracciones propias que hacen efectivas la pérdida del tiempo. Por poner algunos ejemplos, podemos destacar que el uso excesivo de las redes sociales son el malversador interno más importante de nuestros días y resulta que combatirlas puede resultar una dura batalla de sostener a lo largo del día.

Por otro lado, los malversadores externos son aquellos que hacen perder tiempo efectivo pero que no dependen directamente de nosotros.

Malversadores Internos 
Según Arbitrion and Edison Research, el 91% de los usuarios tienen su smartphone siempre o la mayoría del tiempo al alcance de la mano.

De hecho, lo consultan unas 150 veces al día de media, interactúan con él durante las comidas (37%) e, incluso, acompaña a uno de cada tres usuarios en sus visitas al baño.

En mayor medida ingresamos a las redes sociales mediante el uso de los dispositivos móviles, por lo que algunas soluciones pueden venir de la mano del uso de algunas aplicaciones para ellos. Una de estas es Quality Time, que lleva un control de las apps mas utilizadas, así se podrá ver qué apps son las más consultadas y cuánto tiempo se emplean en ellas a lo largo del día, en un timeline. QualityTime genera estadísticas y gráficos del historial de uso (hasta 6 meses) cuya vista puedes configurar a tu gusto.

En un reciente estudio, realizado por OfficeTime.net, basado en la experiencia de 600 empresarios, se detectó la siguiente información acerca de los malversadores internos.

Uso abusivo del email: El 33% de las personas se pasan entre 1 y 2 horas diarias respondiendo mails de trabajo. El 22% pierde más de 2 horas diarias en revisar su bandeja de entrada.

Otros ejemplos de malversadores internos: Acumulación de documentos innecesarios. La acumulación de documentos innecesarios es un malversador del tiempo importantes, la cantidad de papeles que reunimos durante el transcurso de los días, a pesar de estar viviendo en la era de la digitalización, es abrumante.

También los intereses dispersos y numerosos. La falta de claridad y de foco en las actividades que se realizan a lo largo de la agenda diaria es un gran inconveniente en la misma.

Malversadores Externos 

Como detallamos antes, son aquellos malversadores que no dependen de nosotros, dependen de terceros. Sobre estos si bien no se pueden controlarlos en su totalidad, una buena idea es tomar conciencia de su existencia al equipo de trabajo y, de alguna manera, comenzar a mitigarlos entro todos.

Un caso especial de malversadores externos es que el aqueja continuamente a los trabajadores freelance que normalmente encara su dia laboral desde su propia casa.

Algunos contratiempos que pueden surgir al respecto son las continuas interrupciones y focos de desatención que tienen que ver con el funcionamiento del hogar.

Dentro de un mismo espacio físico, los diferentes integrantes del grupo familiar tienen su propia agenda la cual no condice con la productividad esperada por el freelance.

Para solucionar dichos problemas, una buena idea es generar un espacio dentro del hogar para que el trabajo se haga en un marco mas estructurado.

Los demás integrantes de la familia, sabrán que si estamos allí estamos trabajando.
Otra buena idea es salir a trabajar a un lugar externo: puede ser en el parque de la casa si el día se presta para ello, un bar, restaurant o oficina compartida.

Otros malversadores externos suelen ser los propios compañeros de trabajo que, en busca de un distractivo, fomentan la perdida de foco a los demás trabajadores. La solución más inmediata suele ser el dialogo a tiempo para establecer reglas y acuerdos para que la convivencia laboral no choque con la productividad esperada.

Fuente: http://agencia.donweb.com

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