¿Qué conflictos genera en una pareja que la mujer gane más que el hombre?.

Cuando ellas son exitosas y perciben altos salarios, ¿ellos sienten que su masculinidad está en riesgo? ¿Cuál es la carga emocional que tiene el dinero?.



Impulsadas por necesidades económicas, inquietudes personales o ganas de crecer y desarrollarse profesionalmente, cada vez son más las mujeres que -por algunas horas- dejan de lado los rótulos de "madre" o "ama de casa" y salen de su hogar rumbo a la oficina, empresa o consultorio, por citar sólo algunos de los ámbitos laborales en los se desempeñan.



Es que -a diferencia de los que sucedía hasta hace apenas dos décadas- hoy ellas quieren destacarse en su vida profesional y ocupar posiciones sobresalientes. Y a muchas, incluso, les interesa el poder.


Con su inserción en el mundo del trabajo no sólo buscan romper con el "techo de cristal" - es decir, aquel conjunto de normas no escritas o cultura empresarial que dificulta a las mujeres acceder a los puestos de alta dirección- sino que van por más: buscan percibir ingresos similares o superiores a los de sus pares masculinos.


Según datos dados a conocer por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2010, en la Argentina las mujeres que trabajan ganan un 14,2% menos que los varones, teniendo la misma edad y el mismo nivel de educación.


Sin embargo, hay un creciente número de mujeres que tiene sueldos y ejercen puestos jerárquicos más altos que sus parejas, algo que, puertas adentro del hogar, puede desencadenar todo tipo de conflictos.


"Desde hace unos años se viene dando un cambio de roles muy importante. La mujer de hoy, además de autoabastecerse, se reinventa y capacita. Tiene una situación opuesta a la del siglo pasado, cuando todo estaba a cargo del hombre", enfatiza la psicoanalista e investigadora de temas de pareja y familia Mónica Cruppi.


Pero ¿cómo les cae a los hombres este cambio de escenario? Según la psicóloga, depende de la mentalidad que cada uno tenga. "Hay varones que aceptan compartir los gastos o que la mujer gane más, pero muchos otros sienten que cuando esto sucede su masculinidad está en riesgo y les molesta que, por ejemplo, los tilden de mantenidos", diferencia.


Las expertas consultadas por iProfesional.com coinciden en que cuando es la mujer la que "paga la olla", el hombre suele verse afectado en su masculinidad, sentirse celoso, disminuido e incluso puede caer en depresiones, lo que, inevitablemente, causará peleas verbales, situaciones incómodas y hasta conflictos sexuales en la pareja.


El dilema de la primera cita: ¿quién paga?
Sin dudas que el dinero es un tema que está presente desde el inicio de una relación. Es que, ya en la primera salida, se plantea quién paga. Y la forma en que se resuelve este "dilema" varía según cada pareja.


"Cada persona, desde su historia familiar tiene un sistema de creencias acerca de lo que es el dinero y cómo usarlo. Al formar una pareja, puede que la otra parte tenga un sistema de administración, uso y ahorro totalmente diferente, por lo que entre los dos deberían ponerse de acuerdo y generar una especie de contrato", explica Cruppi.


La carga emocional
Etimológicamente, el dinero es un medio para obtener bienes y servicios. Sin embargo, desde lo conceptual se trata de un elemento cargado de significaciones emocionales: se lo suele asociar con poder, amor, compromiso, control sobre la otra persona, humillación, libertad, dependencia y también con el erotismo, entre otros significados.


Muchas veces el dinero otorga poder a aquel que lo posee en mayor proporción dentro de la relación. 


Lo importante, dicen las expertas, es ver cómo lo usa cada persona: si para el bien común o, por el contrario, para imponer sus deseos o someter a su pareja.


De acuerdo a Cruppi, hombres y mujeres tendrían que hablar esta cuestión ya que, caso contrario, puede generar grandes conflictos o despertar aquellos que estaban latentes. "Junto al sexo, el dinero es uno de los temas tabú a tratar por las parejas", asegura.


En tanto, Rosalía Álvarez, integrante de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y especialista en temas de pareja, advierte que si bien el dinero tiene una connotación sexual, la manera en que se aborde el hecho de que la mujer gane más que su marido dependerá de la historia de cada persona y del vínculo que se construyó entre ambas partes.


"Hay mujeres que ganan más y que por este motivo hacen sentir menospreciado al varón, como así también hombres que por sus propios complejos se ponen en un lugar descalificado y de inferioridad", manifiesta Álvarez.


Y, de inmediato, hace hincapié en una situación aún más compleja: "Muchas veces el mejor salario de la mujer significa que es más luchadora, muy capaz e intelectualmente brillante, y estas dotes y cualidades femeninas van abriendo una brecha entre los dos miembros y vuelve a la pareja muy despareja, porque hay otros déficits más allá del salarial."


El dilema también es femenino
Por la historia de la humanidad, al hombre le resulta mucho más fácil tener que mantener a la mujer que viceversa.


Para Any Krieger, autora del libro "Sexo a la carta", al grueso de las mujeres también les genera un "conflicto" percibir un salario superior al de su pareja.


"Por más que la mujer sea independiente y gane igual o más que el hombre, ella siempre anhela que sea él quien perciba un salario más alto, ya que es una manera de sentirse amparada", advierte Krieger, quien relaciona esta conducta con la condición femenina en donde por el Complejo de Edipo de la mujer, el hombre siempre es el portador de los bienes.


Y va más allá al postular que "en algunos casos la mujer siente culpa por ganar más que el hombre ya que cree que lo está degradando. Esta es una situación muy complicada que a su vez puede repercutir y traer problemas en la vida íntima y sexual."


En definitiva, los dos tienen el mismo conflicto. "Si bien puede estar todo bien en la pareja y existir un pacto por el cual ellos también asumen cuestiones del hogar, en el seno más profundo de ambos siempre existe el ideal de que el hombre debe ser el portador de los bienes", explica Krieger.


Cómo influye el entorno social
Un condimento adicional que puede complicar aún más la situación es el entorno social en el que se mueva la pareja.


Es que, cuando ella por su trabajo debe asistir a cenas, congresos y viajes y vincularse con gente de un perfil y nivel económico más alto al de su esposo, éste puede sentirse incómodo, inferior y tener dificultades para relacionarse con los contactos de su esposa, lo que muchas veces termina alejando al matrimonio y generando problemas de alcoba.


Así, para evitar que los conflictos que devienen de los distintos entornos sociales causen la separación de la pareja, muchas veces hace falta ir al diván y charlarlos frente a un especialista.


Los jóvenes, más relajados
No obstante, las expertas consultadas por iProfesional.com aclaran que el abordaje que se le de a la cuestión dependerá mucho de la edad de la pareja y el tiempo que llevan juntos.


En este sentido, remarcan, las generaciones actuales suelen hablar con mayor frecuencia del tema y mostrarse más relajadas.


Por lo general, cuando en el inicio de una relación ella ya está insertada laboralmente, mientras que él aún se encuentra en vías de formación profesional, lo recomendable es que ambos tomen la situación como una apuesta hacia el futuro, proyectando que el varón también tendrá una inserción laboral exitosa.


FUENTE: iProfesional

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