¿Es posible conseguir empleo después de los 40 años?.

La odisea por la que tienen que pasar aquellos mayores de 40 años que no consiguen empleo. 

Ingeniero electrónico, 52 años, con más de 26 de experiencia laboral entre multinacionales y proyectos propios. Desde que tuvo que cerrar su empresa de venta de artefactos de iluminación, en Agosto de 2009, Juan Gatti busca trabajo. “… Hago algunos trabajos de mi profesión, pero no con la frecuencia que quisiera. Tengo un CV actualizado; consulto diariamente todos los portales de búsquedas pero, pese a que tengo mucha trayectoria en empresas privadas, no me llaman para entrevistas. Me siento preparado, pero las personas de mi edad no tenemos oportunidad…”.

Cristina Martínez es diseñadora gráfica, pero nunca tuvo necesidad de trabajar hasta los 45 años, cuando se separó. Con tres hijos, sólo había hecho algunos trabajos esporádicos, como diseñar páginas web o alguna que otra que otra publicidad; sin embargo, tuvo suerte. Primero, una amiga la empleó en su negocio de venta de ropa de bebé, hasta que más adelante aprovechó un capital que tenía para comprar una franquicia de Legacy en Villa Urquiza. “Me dio miedo, pero lo hice”, dice Cristina, de 53 años, que desde ya hace tres años se dedica a la gastronomía.

Insertarse en el mercado laboral después de los 40 es un desafío, tanto para las personas que no tienen experiencia como para las que sí la tienen, y mucha. La dura realidad de quedarse sin trabajo golpea fuerte y nos enfrenta a la angustia de un futuro incierto. Esto significa un trauma importante a cualquier edad, sin embargo los competitivos mercados laborales actuales son mucho más esquivos cuando la persona que busca empleo es mayor de 40 años y tiene una familia que sostener. En muchos casos, estas situaciones pueden llevar a una disminución importante de la autoestima y hasta se puede llegar a estados de depresión alarmante.

Una de las primeras realidades con la que lidian los adultos es que todas las herramientas tradicionales de búsqueda de empleo casi no se aplican en esta franja.

En torno a la edad existen varias percepciones negativas que responden más a estereotipos que a hechos fácticos. Así, la creencia de que una persona mayor es menos flexible o que puede no estar al tanto de los desarrollos tecnológicos puede ser errada. Lo mismo, el considerar que tendrá un costo mayor para la empresa. Es cierto que si se capacita a ese recurso, la vida útil después es menor; pero no es más caro, tiene otras competencias.

En lo concreto, la salida laboral en los adultos depende sobre todo de los contactos personales. Son las pymes, y no las grandes empresas, las mayores receptoras. Otra alternativa frecuente son los emprendimientos personales y el autoempleo. En la Argentina, según datos del IAE, el 50% de los emprendedores tiene más de 50 años.

Más allá de un mercado laboral preso de una tendencia a exaltar la juventud – y no tanto la experiencia -como principal valor, a partir de los 40 también es frecuente que las personas busquen empleo aspirando un cambio de rumbo. Después de todo, a esta edad, están en la situación de plantearse qué harán la otra mitad de su vida. Está el que tiene ganas de dedicarse a la familia y no sabe si la empresa lo va a valorar, o el que está cansado, tiene hijos grandes y se plantea si tanto esfuerzo vale la pena..

Cada persona está preparada de diferentes maneras para hacer frente a la crisis que implica la pérdida de trabajo, y su estado de ánimo, al igual que las medidas que ponga en práctica para superar el trance, dependerán de su preparación, nivel socio-cultural, entre otros factores. Cuanto menor sea la formación profesional mayor será la incertidumbre y viceversa.

FUENTE: Clarín Empleos

1 comentario:

  1. Con el blog de Cita INEM SEPE
    siempre encontraremos muchos temas importantes y que nos gusten mucho mejor.

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