Un grupo familiar promedio de la Argentina necesita trabajar 170 días al año para cancelar todos los tributos nacionales, provinciales y municipales.
Atentos todos los empleados en relación de dependencia. Todo aquel grupo familiar que tenga algo así como $ 4914 por mes de sueldo de bolsillo, tendrá un motivo para festejar hoy mismo: a partir de mañana habrá terminado de pagar los impuestos de todo el año y podrá trabajar para su beneficio.
Los que tengan un sueldo un poco más alto deberán esperar unos días. Eso sí, el 3 de julio ya todos estarán liberados y será hora de dejar de pensar en el socio mayoritario de su negocio: el Estado.
Según un informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), un trabajador que tenga un ingreso de bolsillo de casi $ 5000 por mes deberá trabajar 170 días para pagar todos los impuestos, sean directos o indirectos, que el Estado le cobra. Recién el día 171 -mañana, en este caso- estará liberado de la carga legal que impone el ordenamiento fiscal argentino.
Para la medición del impacto que tiene la carga tributaria legal en el ingreso familiar, el Iaraf consideró una familia tipo y cuatro casos de ingresos familiares.
Claro que la carga impositiva no es igual para todas las categorías de ingresos. Por ejemplo, quien tenga un ingreso mensual promedio de $ 10.647 se liberará un día más tarde; los que cobren 16.380 habrán satisfecho al Estado el 24 de junio y los que perciban 24.570 habrán saldado las apetencias fiscales el 3 de julio.
"El indicador consiste en tomar como base de análisis un año calendario y calcular a partir de qué día un ciudadano deja de obtener ingresos que terminará enviando al Estado a través de los distintos tributos", explica el informe.
Según los datos del documento, de la comparación del día de la liberación de impuestos de este año con el del año pasado, la presión tributaria aumentó entre las familias de mayores ingresos. Mientras que el año pasado el período de liberación era entre el 17 y el 29 de junio, este año es entre el 19 y el 3 de julio.
La composición de los impuestos que deben pagar los distintos tipos de trabajadores varían según sus ingresos. Así, por ejemplo, los trabajadores de menores ingresos tienen una fuerte proporción de lo que tributan en impuestos al trabajo (71%), mientras que el IVA y otros impuestos internos representan el 22% y los municipales y los provinciales inmobiliario y automotor ocupan la porción restante (7%). En la otra punta, los de mayores ingresos pagan menos impuestos al trabajo (53% del total) y, claro está, aparece con fuerza el impuesto a las ganancias, que se lleva el 26% del total de sus ingresos.
Sin diferencias
"No se advierten mayores diferencias entre los dos primeros tramos de ingreso considerados, puesto que la mayor progresividad de Ganancias (a mayor ingreso, mayor peso de los impuestos) se ve compensada por el hecho que los impuestos al consumo, al ser generales, representan una menor participación en el total de ingresos de las familias a medida que se incrementa el ingreso. En los dos últimos tramos sí se advierte una mayor progresividad del sistema tributario en su conjunto", concluye el trabajo elaborado por los economistas Nadin Argañaraz, Ariel Barraud, Sofía Devalle y Andrés Mir.
El peso de los impuestos en el bolsillos del argentino medio no es menor. Aquel grupo familiar que tenga un ingreso de $ 4914 de bolsillo verá estampado en su recibo de sueldo un bruto de 5920, mientras que el empleador habrá tenido que desembolsar un total de 7282. En el supuesto de que el trabajador o su grupo familiar consuman todo el sueldo, habrá pagado además alrededor de 943 más de impuestos, entre nacionales (IVA, por ejemplo), provinciales y municipales.
Pero a no desesperar. Ya está todo pago y a partir de mañana, el empleado en relación formal de dependencia trabajará para él.
FUENTE: La Nación
FUENTE: La Nación
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